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Hay músicos que tienen muy claro lo que quieren hacer y que en ocasiones toman decisiones, que a priori pueden parecer descabelladas, que marcan un antes y un después en sus carreras y de las cuales se benefician todos los aficionados a la buena música. Uno de esos extraños casos es Mark Olson, quien decidió en 1995 abandonar la banda que le había dado todo en el panorama musical, The Jayhawks, para comenzar una carrera en solitario muy arriesgada y personal. Mark Olson consideró que ya lo había hecho todo junto a sus compañeros de Minneapolis, que había llegado el momento de dar un paso más allá y apostar por nuevas sonoridades, llevando así al extremo su búsqueda de las raíces de la música americana y embarcándose en un proyecto que roza la arqueología musical y que nos retrotrae a unos tiempos en los que banjos, armónicas y violines eran los protagonistas del repertorio musical norteamericano. La música de Mark Olson se encuentra varada en el tiempo, suena tremendamente evocadora, honesta y sincera.
Durante esta aventura, Mark Olson contará con la ayuda de Victoria Williams, su mujer, una singular cantautora que, tras vivir sus personales días de gloria, vio cómo su vida daba un tremendo giro en 1993. Tras sufrir una serie de molestias en sus manos que le impedían tocar la guitarra, Victoria Williams decidió acudir al médico, quien le diagnosticó esclerosis multiple. Comenzó para ella un verdadero calvario, ya que el sistema médico estadounidense no se hace cargo del tratamiento, el cual tiene un coste elevadísimo, será entonces cuando sus amigos se reunirán para grabar un disco homenaje a esta cantautora, cuyos beneficios estarían destinados a facilitarle la lucha ante tan cruel dolencia. El disco llevó por título "Sweet Relief: A Benefit for Victoria Williams" y en él colaboraron artistas como Lou Reed, Matthew Sweet o The Jayhawks, entre otros; no tardaría en convertirse en un éxito de ventas y con los beneficios Victoria Williams fundó la asociación "Sweet Relief Fund", que tendrá como objetivo ayudar a todos aquellos músicos con problemas de salud y que no tengan la posibilidad de costearse los gastos de los respectivos tratamientos. Victoria Williams es un ejemplo de tesón, de valor, de amor a la vida; una mujer que ha sido capaz de hacer frente a una enfermedad incurable y que lo ha hecho ofreciéndonos lo mejor de sí misma, su música.
Mark Olson y Victoria Williams son el germen de The Creekdippers, una formación que ha tenido varios nombres: The Rolling Creekdippers y Original Harmony Ridge Creekdippers son dos de ellos. Desde un principio contaron con la ayuda del multiinstrumentista Mike "Razz" Russell y la colaboración de otros músicos y amigos, no obstante no se puede decir que haya existido una formación estable que acompañe a Mark Olson en sus grabaciones en solitario, y por la misma han pasado músicos como: Greg Leisz, Danny Frankel, Don Heffington, Jon Birdsong, John Convertino, Ray Woods, Joshua Grange y David Wolfenberger, entre otros. The Creekdippers es más bien un concepto, y no una banda. De esta manera comenzó el viaje musical de Mark Olson, editando un disco que ellos mismos vendían por correo o directamente en sus conciertos; artesanía musical. Quien había sido una auténtica estrella del rock, decidía bajar ahora un puñado de peldaños para comenzar de nuevo desde abajo, fiel a su concepto de la música, huyendo de multinacionales y defendiendo el verdadero espíritu independiente. Así es como graban tres discos en tres años: The Original Harmony Ridge Creek Dippers (1997), Pacific Coast Rambler (1998 ) y Zola And The Tulip Tree (1999). Tres discos que llaman la atención de la crítica y de un público hambriento de autenticidad y de calidad musical. Mark Olson, junto a otros músicos, contribuyó a resucitar una música que permanecía oculta, casi despreciada, la tocó con su varita mágica y creó uno de los repertorios más hermosos del recién inaugurado siglo XXI.
En 2000 Mark Olson edita un disco de corte autobiográfico "My Own Jo Ellen" y en 2002 consigue una de sus mejores grabaciones "December's Child"; la crítica se rinde a sus pies y reconoce el valor de su propuesta. Un año más tarde ve la luz "Creekdippin' For The First Time", que recoge el testigo de sus antecesores, así como sus virtudes. La voz de Victoria Williams suena frágil y melancólica en alguno de los temas y empasta a la perfección con la de su marido, ambos forman un dúo tocado por las musas de la genialidad, ambos capitanean a la perfección un barco que se mueve por las aguas, siempre inestables, de la emotividad.
Tras este disco, Mark Olson hizo gala de su compromiso político oponiéndose a la guerra de Irak y editando el arriesgado "Political Manifest", más tarde vendría "Mystic Theatre" (2004), un trabajo que dejó a la crítica un tanto fría, y por último "The Salvation Blues" (2007) que le devolvió los elogios y lo situó entre los mejores discos del año 2007.
Marc Olson-Victoria Williams & The Creekdippers - Mystic Theatre (2004 US Folk)
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